Hay varios productos en el mercado, homeopatía, cremas...
En casa usamos un truco sencillo, barato y rápido: el truco de los chupetes helados!
Para ponerlo en práctica necesitas:
- un bebé que coja chupete (fundamental)
- una taza o cuenco
- hielo
- agua
- 2 chupetes (o más si el peque está muy desesperado y pide el cambio antes)
Llenas la taza con agua y mucho hielo. Se trata de que el agua esté muy fría para que los chupetes se enfríen pronto. Los dejas un ratito, como 1 minuto, y le das el primero. Al minuto se lo cambias por otro y metes de nuevo el primero.
Recuerdo la primera vez que se lo hicimos a Jorge. Eran las 4 de la mañana y el dolor por los dientes le despertó y no dejaba de llorar. Así que pusimos en práctica el consejo que esa tarde nos había dado una cajera de un supermercado (gracias!!). Al pobre se le ponían los ojos en blanco al sentir el fresquito en la boca...
Aquí os dejo esta foto de Abril, que intenta ponerse de pie en la trona para pedir el cambio y la alegría que le da cuando cojo el siguiente chupete...
Qué contento y agusto se le ve con el chupete fresquito!!
ResponderEliminarMuy bien tip!! Muchas gracias :)
Sí! A ver si dura...
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